El caldo gallego es uno de los platos más típicos de la gastronomía española, originario de la región de Galicia. Se trata de un caldo elaborado con verduras y legumbres, que se acompaña con embutidos, patatas y otros ingredientes. Hoy, quiero compartir contigo una variante de esta deliciosa receta, que incluye alubias blancas y varios trucos para que quede aún más sabrosa. ¡Vamos a por ello!
Lo primero que debemos hacer es poner a remojar las alubias blancas durante toda la noche. Este truco ayuda a que se ablanden y se cocinen mejor. Al día siguiente, enjuagamos las alubias y las ponemos a cocer en una olla con agua y una hoja de laurel durante unos 30-40 minutos hasta que estén tiernas.
Mientras se cocinan las alubias, vamos a preparar el sofrito en una sartén. Pelamos y picamos finamente la cebolla, el puerro y los dientes de ajo. Los ponemos a dorar en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando estén dorados, añadimos el pimentón y removemos bien.
Cortamos en trozos pequeños el lacón, el chorizo y la panceta y los añadimos a la sartén con el sofrito. Salteamos durante unos minutos hasta que estén dorados y suelten su grasa. Reservamos hasta el siguiente paso.
Una vez que las alubias estén cocidas y tiernas, las sacamos de la olla y las añadimos a la sartén con las carnes y el sofrito. Mezclamos bien y dejamos cocinar todo junto durante unos minutos. Añadimos agua hasta cubrir los ingredientes y dejamos cocinar a fuego lento durante unos 30 minutos más.
Pelamos y cortamos en cubos pequeños una patata grande. La añadimos al caldo y dejamos cocinar todo junto durante unos 15 minutos más, hasta que la patata esté blandita.
Probamos el caldo y rectificamos de sal y pimienta al gusto. Dejamos cocinar todo junto durante unos minutos más y servimos caliente. ¡Y listo! Ya puedes disfrutar de una variante deliciosa del tradicional caldo gallego.
Espero que hayas disfrutado de esta variante de la receta del caldo gallego con alubias blancas, que es perfecta para aquellos a quienes les gusta experimentar con los sabores más allá de la receta original. Como ves, no es muy complicada de preparar y resulta ideal para los días fríos o para una cena contundente. Anímate a probarla y sorprende a tus comensales con todo el sabor de la gastronomía gallega.