La leche frita es un postre típico de la cocina española que se remonta a cientos de años atrás. Este delicioso manjar se cuenta entre las muchas tradiciones gastronómicas que han sido transmitidas de generación en generación, y que hoy en día se pueden disfrutar en restaurantes y hogares de toda España.
Los orígenes de la leche frita no están del todo claros, aunque se cree que se remontan a la época medieval. En aquel entonces, muchas recetas de cocina incluían ingredientes como la miel, las almendras, la canela y otros productos que se cultivaban en la península ibérica. La leche frita es una especie de crema pastelera sólida que se corta en trozos y se fríe en aceite caliente, lo que hace que se forme una especie de costra dorada y crujiente por fuera y un relleno suave y cremoso por dentro.
Para hacer la leche frita, primero tendremos que preparar una especie de crema pastelera. Para ello, pondremos a calentar la leche en una cazuela junto con el palo de canela y la piel de limón. Cuando la leche comience a hervir, retiraremos la cazuela del fuego y dejaremos que infusione durante unos 10 minutos.
Mientras tanto, en un bol, mezclaremos la maicena con el azúcar y un poco de leche, removiendo bien hasta que se forme una pasta homogénea. Añadiremos entonces esta mezcla a la leche infusionada y volveremos a poner la cazuela al fuego, removiendo constantemente con unas varillas para evitar que se formen grumos.
Cuando la crema haya espesado y tenga una textura firme, retiraremos la cazuela del fuego y verteremos la mezcla en un recipiente rectangular, previamente untado con aceite. Dejaremos enfriar la crema en la nevera durante unas horas, hasta que esté firme y consistente.
Una vez que la crema esté fría, cortaremos en trozos de tamaño similar, rebozaremos en harina y huevo y los freiremos en aceite caliente hasta que se doren por ambos lados. Serviremos la leche frita caliente, espolvoreada con un poco de azúcar y canela.
La leche frita es un postre muy versátil que se puede presentar de muchas maneras diferentes. Algunas personas prefieren servirla con una salsa de caramelo o una bola de helado de vainilla, mientras que otros la acompañan con una mermelada de frutas o alguna otra salsa dulce.
A lo largo de los años, se han creado muchas variaciones de la leche frita, algunas de ellas incluyen ingredientes como el chocolate, el coco, e incluso algunos licores. También se puede dar diferentes formas a la masa, como triángulos, círculos o incluso corazones.
En definitiva, la leche frita es un postre que forma parte de la historia y la tradición culinaria española, y que sigue siendo uno de los favoritos de locales y turistas por igual. Si tienes la oportunidad de probarla alguna vez, no lo dudes, no te arrepentirás.